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Nicaragua: La comunidad jesuita expulsada de su residencia en Managua

Tras el cierre de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua a mediados de agosto, las autoridades nicaragüenses han expulsado a una comunidad de sacerdotes jesuitas de su residencia privada cercana a la universidad.

En un comunicado de prensa fechado el 19 de agosto, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL) afirma que la policía ordenó a la comunidad que abandonara Villa Carmen, su residencia personal, a pesar de haber mostrado documentos que demostraban que el edificio no formaba parte de la universidad, sino que era una propiedad privada de los jesuitas.

Los sacerdotes jesuitas se encuentran a salvo y ahora están alojados en el Centro San Ignacio de la capital nicaragüense.

Confiscación de la Universidad Centroamericana

La expulsión es el último incidente de la represión del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica y la oposición.

El 16 de agosto, las autoridades nicaragüenses confiscaron la prestigiosa Universidad Centroamericana (UCA) de los jesuitas, que fue centro de protestas antigubernamentales en 2018, alegando que era un «centro de terrorismo».

La acusación ha sido rechazada por la dirección de la UCA y calificada de «totalmente falsa e infundada».

En un comunicado emitido la semana pasada, la Conferencia Centroamericana de Provinciales de la Compañía de Jesús denunció que la «nueva agresión gubernamental» contra la universidad jesuita «no es un hecho aislado», sino que forma parte «de una serie de ataques injustificados contra instituciones educativas y sociales que están generando un clima de violencia e inseguridad».
Solidaridad de los jesuitas y otras órdenes religiosas de todo el mundo

Las comunidades jesuitas de todo el mundo se han unido a la condena de las acciones del gobierno nicaragüense.

En su comunicado, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe señaló que la expulsión es el último «espectáculo» contra la verdad y los derechos humanos en el país.

Por su parte, la Conferencia Jesuita de Canadá y Estados Unidos dijo estar «alarmada y preocupada» por las confiscaciones, pero también por las «injustas» y falsas acusaciones que las autoridades nicaragüenses han lanzado contra la universidad y la orden, calificándolas de terroristas.

El Superior General de la Compañía de Jesús, Padre Arturo de Sosa, SJ, también se ha sumado a las muestras de solidaridad con los jesuitas de Nicaragua, al tiempo que ha apelado a «vías de diálogo».

Los miembros de la Confederación de Religiosos Latinoamericanos y Caribeños, reunidos en Ciudad de Guatemala para celebrar un seminario sobre la trata de seres humanos del 18 al 20 de agosto, han rezado diariamente por los jesuitas, así como por otros miembros de comunidades religiosas católicas.

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